Museo de la Tortura: Castigos inhumanos que... ¿Prevalecen?

Es horrible ver instrumentos que causaron dolor, pero es peor leer "éste aparato aún es aprobado en nuestra época" 

Escrito por: Ethan Carbajal 

entrada al Museo De La Tortura ubicado en  C. de Tacuba 15, Centro Histórico, CDMX (foto propia)

Seguramente recordarás las clases de la primaria, dónde se hablaba de la inquisición y sus horribles torturas, probablemente también fuiste a algún museo como el de Las Cárceles De La Inquisición (ese donde tenías una muy gráfica audioguía dónde los actores de doblaje no se contuvieron en el realismo), a diferencia de ese, el museo de la tortura únicamente muestra algunos de los instrumentos de tortura que se han usado desde hace siglos y a la fecha.

También es muy probable que hayas leído esa última oración y hayas pensado en la pena de muerte o en alguna película/videojuego donde a un sospechoso se le interroga a escondidas y al final se le desaparece para que la organización o persona culpable de dicho trato inhumano mantenga su imagen pública, pero lo que seguramente no esperas es leer que algunos instrumentos de tortura son aceptados de manera pública y no necesariamente nos referimos a la silla eléctrica.

escena de silla eléctrica en "La Milla Verde" (1999, director: Frank Darabont)

Lamentablemente el museo tiene la estricta regla de no tomar fotos y desafortunadamente al museo le falta actualizar la información pues no mencionan dónde aún son usados dichos instrumentos o si con "aún" se refieren a la fecha en la que su información fue escrita, la fecha en que el museo fue abierto o la fecha en que la monografía de dónde parecen haber obtenido su información fue publicada. Sin embargo no minimizamos el hecho de que estos instrumentos inhumanos fueron o son usados a la fecha. 

Si bien no suena como una actividad familiar alegre como lo es ir a un parque de diversiones, comer en un restaurante o ir a un concierto; ésta actividad cultural breve deberías considerarla quizá como medio de concientización, al menos te prometemos que no es tan gráfica como la audioguía de las Cárceles De La Inquisición.